La vida cotidiana en México varía drásticamente según el nivel socioeconómico, el género, la etnia y las percepciones raciales, las características regionales, las diferencias entre el campo y la ciudad y otros factores sociales y culturales. Un campesino maya de los bosques de Yucatán lleva una existencia totalmente diferente a la de un abogado de éxito en Toluca o un trabajador de clase media-baja en Monterrey. 

Otras diferencias se ven exacerbadas por el gran número de mexicanos expatriados en los Estados Unidos que finalmente regresan, ya sea para visitas breves o permanentemente, y que a su vez importan muchas formas de vida "americanas". Esas diferencias dan a México mucho de su carácter y color, pero también le plantean al país retos obstinados. Sin embargo, a pesar de la amplia gama de estilos de vida y oportunidades basadas en la clase social en México, algunas similitudes son ampliamente compartidas.

La división de clases

La sociedad mexicana está fuertemente dividida por ingresos y nivel de educación. Aunque una clase media ha luchado por expandirse en las ciudades, la principal división se da entre la élite rica y bien educada y los pobres urbanos y rurales, que constituyen la gran mayoría de la población.

En el ámbito de la educación existen una gran cantidad de profesores que se dedican a enseñar todo tipo de materias, desde los alumnos más pequeños hasta los universitarios y en zonas que son tanto rurales como urbanas. Esta profesión se ha convertido en una gran opción para mucha gente con vocación de enseñanza. Además, en México se ha avanzado en el uso de las plataformas tecnológicas para la consulta de datos, gestiones y trámites, disponibles en muchos estados como la plataforma de Mi Portal Fone Sep que proporciona mucha eficaz a la hora de tramitaciones y gestiones en el sistema educativo.

La pobreza rural generalizada es un problema grave. Una proporción cada vez mayor de la población rural carece de tierras y depende del trabajo diario, a menudo con salarios inferiores al mínimo, para sobrevivir. En muchas zonas, pero en particular en la mitad septentrional del país, los grandes terratenientes forman una élite agrícola. Mediante el control de los recursos extensivos y el uso frecuente de métodos modernos de agricultura mecanizada, reciben una enorme proporción de los ingresos generados por la agricultura. Se ha desarrollado una clase media rural, pero ésta representa sólo un pequeño porcentaje del total de los agricultores.

La comida y la bebida

Para la gran mayoría de los mexicanos de todos los niveles económicos, la cocina varía enormemente según la región, pero depende en gran medida de una antigua trinidad de alimentos básicos: el maíz, los frijoles -que proporcionan una excelente fuente de proteína- y la calabaza. El arroz es otro alimento básico que se suele servir junto con los frijoles. 

Además, los mexicanos tienden a hacer un uso liberal de los aguacates (a menudo en forma de guacamole), los chiles, el amaranto, los tomates, las papayas, las patatas, las lentejas, los plátanos y la vainilla (un saborizante de origen precolombino). Los pimientos picantes (a menudo servidos en una salsa roja o verde) y la sal son los condimentos más comunes. Las tortillas de maíz suelen servirse en un plato junto a los platos principales, y el olor del maíz tostado o quemado impregna muchos hogares.